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Por qué las hembras de mamíferos matan a las crías de otros

Los investigadores revelaron por qué las hembras de mamíferos a menudo matan bebés de otros individuos. Resultó, de acuerdo a la investigación, que eliminan de esta manera a potenciales competidores por sus recursos o territorio, protegen su condición social o proporcionan cuidados a sus hijos, según recoge el autor original de este artículo Victor Roman en N+1 y comparte Paula Dumas para Periodista Digital

Cabe mencionar que muy a menudo matan a los bebés de sus familiares, como hermanas o hijas. Los resultados del trabajo fueron publicados en la revista Philosophical Transactions of the Royal Society B.

Las estrategias competitivas de mamíferos
Estudios recientes mostraron que las estrategias competitivas en mamíferos femeninos y masculinos a menudo son muy parecidas. Al igual que los machos, las hembras tienen una jerarquía, expulsan a sus competidoras del grupo o no les permiten reproducirse.

Se sabe que los machos dominantes de algunas especies matan a los jóvenes de sus rivales para garantizarse la oportunidad de aparearse con una hembra. A veces, se comen a los muertos y de esta forma consiguen su propia comida.

Las hembras de algunas especies también matan a las crías de otras hembras. Los beneficios de tal comportamiento no son tan obvios en este caso, puesto que no necesitan competir por otras hembras. Por el contrario, al matar a los bebés de otra hembra, están atacando a un rival potencial para sí mismas. Además, el infanticidio por parte de las hembras no se explica por el hambre, ya que rara vez se comen a los jóvenes asesinados.

Los científicos supusieron que de este modo las hembras pueden luchar por los recursos necesarios para alimentar a sus propios hijos. Por ejemplo, los elefantes marinos intentan no alimentar a bebés de otros individuos con su propia leche. En especies que cuidan las crías colectivamente, como suricatas o mangostas rayadas, esa estrategia también existe. Al matar a otros jóvenes, las hembras pueden garantizar un cuidado adicional a sus propias crías. Además, el infanticidio puede ser una forma de proteger su condición social.

Casi el tercio de mamíferos mata a las crías
Para comprender las causas del infanticidio cometido por las hembras de mamíferos, los zoólogos de la Universidad de Cambridge Dieter Lukas y Elise Huchard realizaron un metanálisis de literatura científica dedicada al comportamiento de 289 especies de mamíferos. Los investigadores prestaron más atención a las especies entre los cuales se observó la matanza de crías de otros. Analizaron la estructura social de sus grupos y la jerarquía, su estilo de vida y las circunstancias en las que las hembras mataban bebés.

Resultó que el infanticidio iniciado por las hembras se observa en 89 de 289 especies seleccionadas. Los científicos descubrieron que las hembras de especies sociales mataron a las crías más a menudo que los mamíferos solitarios. Además, los investigadores revelaron que el infanticidio es más frecuente en especies que ponen mucho tiempo y esfuerzo a criar a los niños. Es decir, las hembras dan a luz muy a menudo, tienen más crías en una camada y su lactancia dura más tiempo.

La lucha por recursos
Los científicos también confirmaron las hipótesis con respecto a la competencia por los recursos y el territorio. Las especies en las que se observó infanticidio por parte de las hembras generalmente vivían en condiciones climáticas más severas en comparación con las especies que no recurrieron a esa estrategia. Al competir por territorio limitado, la hembra embarazada o en período de lactancia frecuentemente no tolera a otras personas fértiles que estaban cerca y mataba a los bebés de otros individuos para reducir la competencia.

También los investigadores confirmaron la hipótesis sobre la competencia por la leche materna. Las hembras en período de lactancia o embarazadas a menudo mataban a otros jóvenes que intentaban chupar su leche. Al matar a otras crías, las hembras de especies sociales también podrían proteger su estatus. En general, el infanticidio fue iniciado por la vieja hembra dominante, la cual también expulsó a algunas de las hembras jóvenes del grupo.

En las especies sociales, en las que los bebés de una o varias hembras fueron cuidados por todo el grupo, la hembra dominante en período de lactancia o embarazada fue la responsable de los asesinatos. En este caso frecuentemente mataba a crías no solo de otras hembras, sino también de sus parientes, hijas o hermanas. Esto puede significar que los beneficios que recibe el asesino y su descendencia superan el daño causado a los familiares.

Anteriormente, científicos registraron el primer caso genéticamente documentado de infanticidio en osos pardos, tras el asesinato de una hembra y sus dos cachorros en Trentino, los Alpes italianos, donde una pequeña población reintroducida ha sido monitoreada genéticamente durante 20 años.
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