El cerebro humano reacciona a los emojis de forma similar que a los rostros de la gente

Un análisis de electroencefalograma, realizado por psicólogos colombianos, mostró que el cerebro toma los emojis por caras humanas. Reacciona a ellos de la misma manera que a la cara durante una conversación o una fotografía con personas en ella. Los resultados del estudio fueron publicados en la revista Behavior & Information Technology, según recoge la autora original de este artículo Yana Berman en N+1 y comparte Paula Dumas para Periodista Digital

¿Cómo nuestro cerebro percibe a las caras humanas?
Para estudiar la percepción de rostros humanos utilizando los encefalogramas, los científicos generalmente se centran en tres tipos de respuesta eléctrica del cerebro a un estímulo externo. Para el primer tipo, P100, un pico de actividad se observa en 100 milisegundos después de que se presenta el estímulo. Para el segundo, N170 la reacción aparece en 170 milisegundos, y el tercero, potencial positivo tardío o LPP, aparece en el rango de 300 a 700 milisegundos. Estos potenciales son responsables de todas las etapas del reconocimiento facial: el procesamiento inmediato de un estímulo visual (P100), el reconocimiento de los contornos de la cara (N170) y el posterior reconocimiento de su expresión facial (LPP).

Los componentes individuales de estas reacciones cerebrales se activan mediante la comunicación personal o simplemente al ver a las personas y son bastante bien estudiados. Al mismo tiempo, todavía hay poca información sobre cómo estos potenciales están involucrados en el procesamiento de imágenes esquemáticas de caras, por ejemplo, los emojis. Los psicólogos de la Universidad de San Buenaventura en Bogotá, liderados por Carlos Gantiva, decidieron estudiar ese proceso.

Un experimento con los emojis
Para hacer esto, realizaron un experimento de EEG con la participación de 30 personas de edad promedio de 21 años. Todos los voluntarios eran usuarios activos de mensajería instantánea y redes sociales. Es decir, cada uno de ellos vio y usó los emojis en la comunicación diaria muy frecuentemente.

Durante la prueba los científicos mostraron a los participantes 48 imágenes de rostros con una expresión facial alegre, malvada y neutral. El conjunto de datos contenía tanto imágenes de humanos, como emojis. Los psicólogos también utilizaron un cuestionario, con el que evaluaron el placer de los participantes al ver los estímulos.
Durante el ensayo descubrieron que los potenciales cerebrales, que aparecieron en los participantes en respuesta al procesamiento de caras y emojis, eran muy similares. Al mismo tiempo, también hubo diferencias: la amplitud de P100 y LPP fue mayor para los rostros humanos, mientras que al procesar los emoji se observó una mayor amplitud de N100. En cuanto a las métricas subjetivas que se calificaron a través de la encuesta, los participantes consideraron que los emojis generalmente eran más agradables.

El aumento de la amplitud de P100 en respuesta a los rostros humanos sugiere que atraen más atención en las primeras etapas del procesamiento. El aumento de la amplitud de N100 al procesar los emojis se debe al hecho de que las expresiones faciales representadas en la cara artificial son mucho más pronunciadas que en la cara humana.



Finalmente, la mayor amplitud de LPP en las etapas posteriores del procesamiento también indica que los rostros humanos atraen más atención. Quizás esto sucede debido a que el procesamiento de rasgos faciales y mímica sea relativamente complejo.

Los autores llegaron a la conclusión de que el procesamiento cerebral de rostros humanos y emojis es similar para cualquier emoción. Por lo tanto, es posible concluir que el uso de los emojis en los mensajes es similar a la comunicación cara a cara y realmente ayuda a expresar o evaluar las emociones del interlocutor.



En nuestro material dedicado al Día Internacional de Emoji que se celebra el 17 de julio tratamos la historia de esas pequeñas imágenes y sus tipos principales.